Molote Cultural es una plataforma informativa de arte visual y auditivo donde puedes encontrar una variedad de trabajos realizados por Alberto Muñoz "molote", que van desde la composición musical y la interpretación de su instrumento hasta la docencia y sus trabajos en pintura, aprendidos de forma autodidacta. Hablamos de un artista cubano actual y comprometido con las tendencias culturales del futuro.
Ser un buen musico es la rara combinación de talento musical y una especie de autismo ,i la historia cuenta como los grandes músicos ,que hoy reconocemos como los genios , tenian oculto en su personalidad una dosis de autismo , el cual los hacia practicar un pequeño pasaje musical , hasta parecer que estaban locos .. de esta forma llegaban a la perfección
Molote es un musico artista cubano que vive en Holanda ya 25 anos toco con muchas agrupaciones importantes de cuba , La orquesta reve y Buena Vista Social Club ,Afro Cuban All Stars de Juan de Marcos Gonzales ,y el arte es mi pasión ,
Ofrecemos una gama de servicios especializados adaptados a tus necesidades individuales.
Esta historia que les cuento tuvo lugar 34 años antes de mi nacimiento, por allá en los años 30, en la Habana del presidente Machado. Mi padre, que después de recorrer todo el oriente de Cuba, había llegado por fin a la esplendorosa Habana de aquellos tiempos: una Habana bulliciosa, fiestera, llena de bares y cantinas, de todo tipo de espectáculos nocturnos, de prostitución desmedida, de autos que casi impedían el paso por las calles. Era una Habana luminosa, llena de misterio y capaz de deslumbrar a cualquier turista de la época. Sin embargo, detrás de ese mundo dorado existía una cara oculta: una cara de protestas, de disturbios estudiantiles, de crímenes políticos, de prisión, de directorios comunistas… un gran misterio.
33 años después del primer cuento, Eduardo, que como comprenderán ya es todo un hombre, vivió uno de los sucesos más importantes de este país: una crisis social nunca antes vivida en los últimos 50 años, algo que jamás pensamos que sucedería, la gente de mi generación. La gente se construía sus balsas y se lanzaban al mar, ¡sí, al mar! Como si fuera una película catastrófica, donde la gente huye de algo malo, o como en una película de zombis donde la gente está infectada por un virus y las personas normales corren, o como en las películas viejas del cine norteamericano, como “Muertos Vivientes”, en las que vienen en unas vainas de tu tamaño a tu casa, con tus medidas, puros dobles que chupan tu alma y ocupan tu lugar en el espacio real donde vives.
